Por: Ismael Pérez Esquivel - Ventas - Bottcher México
Quizás por muchos años no nos hemos detenido en buscar al menos un proyecto real en nuestra vida, pocas personas cuentan con la visión bastante objetiva sobre que desean lograr con su vida, con su familia, con su empresa o con sus trabajadores. Hace algún tiempo leí un gran libro escrito por un ministro religioso; aún lo recuerdo muy bien, era tiempo de COVID, la frase sigue retumbándome en la mente y quiero compartirla con ustedes:
La mayor tragedia en el ser humano no es la muerte. La mayor tragedia en el ser humano es una vida sin visión.
Las estadísticas mundiales entre el 2020 al 2022 arrojaban el mayor número de divorcios, la gente se dio cuenta de que la convivencia para muchos pasó a ser solo una rutina, consideremos que se añaden factores internos y externos, al no tener una visión clara como pareja o como familia, cada uno vivirá sus propios intereses. El egoísmo personal de la superación de uno y el estancamiento del otro los conducirá a caminos diferentes. Aún las secuelas sociales se resienten en este momento, si analizamos que es lo deseamos lograr cada año, dejará de ser solamente un sueño y pasará a ser llamado; una vida con visión.
¿Por qué es tan importante tener una visión?
Cuando creamos una visión, nos ayudará a fijar ciertas metas; el común acuerdo hacia una dirección deberá ser plasmada, un trabajo duro, pero como un solo equipo. La visión general comienza con una idea, se acompaña de una pasión y visualización mental, y es ahí donde debemos todos preguntarnos. ¿Hacia dónde queremos llegar como empresa?
La visión empresarial deberá ser definida, alcanzable y medible.
La visión se construye, se apropia, se camina hacia ella y se actualiza constantemente.
La visión no es responsabilidad únicamente del director o CEO de una empresa, sino que se debe de construir horizontalmente; es decir, todos los integrantes de la organización necesitan participar en la definición de la visión, con la finalidad de que puedan hacerla suya.
Para que la visión no quede solo en un manual de organización, se deben de establecer estrategias e indicadores que nos permitan materializar resultados concretos y evaluar periódicamente los avances que se han logrado.
El objetivo principal de establecer una visión, es que sea alcanzable en un tiempo determinado, por tal motivo, una vez que se ha alcanzado, se recomienda volver a redefinir, ya que la visión evoluciona junto con la empresa.
Existen metodologías que pueden ayudar a construir “Una visión más allá del tintero.” Tenemos La teoría del cambio que ha sido utilizada por diferentes organizaciones y sería interesante poder aplicarla en las empresas.
Creo que no solo es para una empresa, la visión ayudará a despertar a los futuros empresarios, a todos los que anhelan alcanzar un ascenso en su organización. Pero, sobre todo, nos ayudará a encaminar todas las metas en nuestras vidas.
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