Estandarización de procesos de impresión: método simple que sí se sostiene
- Enrique Iturbe

- 7 nov
- 2 Min. de lectura
¿Por qué hablar de estandarización de procesos de impresión?
Porque cuando cada turno “hace lo suyo”, la variabilidad se dispara. La estandarización de procesos de impresión alinea criterios entre personas, prensas y resmas: se mide lo mismo, del mismo modo y en los momentos correctos. Resultado: color consistente, menos ajustes “a ojo” y decisiones basadas en datos.

Lo mínimo que debe incluir tu estándar
Métricas críticas: pH, conductividad, temperatura del líquido, densidad/registro, tiempos de lavado y paros.
Bandas objetivo: rangos definidos para tu planta (agua local, aditivos reales, tintas reales).
Cadencias: cuándo medir (arranque, cambios, anomalías, cierre de turno).
Bitácora corta: registro de 30–60 s con valores y acción tomada.
Roles claros (RACI): quién mide (R), quién aprueba (A), a quién se consulta (C), quién es informado (I).
Método en 5 pasos para estandarización de procesos de impresión
Define 5 KPIs que realmente mueven la aguja: Densidad y registro (color), pH y conductividad (emulsión), minutos de paro por limpieza/ajuste.
Fija tus bandas objetivo con una prueba controlada: En tu prensa, con tu agua y aditivos; documenta dosificación y temperatura. Esa es tu “banda casa”.
Diseña una bitácora que quepa en el turno: Campos: fecha/turno, prensa, pH, conductividad, temperatura, densidad/registro, incidencia y acción. Sin párrafos: casillas y números.
Calendariza mediciones sin frenar la línea
Arranque: pH/cond./temp. y hoja patrón.
Cambio de tinta/sustrato: verificación rápida.
Anomalía: medición extra + acción.
Cierre: consolidar datos y firmar.
Cierra el ciclo con revisión semanal de 15 minutos: Tablero simple con tendencias: ¿sube la conductividad? ¿hay más paros los jueves? Ajusta causa, no síntomas.
Checklist operativo (diario / semanal)
Diario (operador)
Medir pH y conductividad antes de arrancar.
Tomar temperatura del líquido / sala.
Revisar hoja patrón (sólidos/tramas).
Registrar en 30 s (valores + acción).
Semanal (jefe de turno/calidad)
Auditar bitácoras (completas y legibles).
Confirmar bandas objetivo y ajustar si cambió la estacionalidad.
Programar limpieza profunda del tren de mojado/entintado si hay tendencia de suciedad.
Compartir KPIs en un tablero visible.
Señales de que el estándar funciona
Menos correcciones de tinta “a ojo” durante el tiraje.
Densidades y registro estables entre turnos.
Caída sostenida de scrap y de paros por limpieza no planificada.
Bitácoras completas y decisiones más rápidas ante desviaciones.
Obstáculos comunes (y cómo superarlos)
“No hay tiempo para medir.” Integra mediciones en momentos naturales (arranque/cambio) y limita el registro a 30–60 s.
“Cada quien mide distinto.” Estandariza instrumento, punto de medición y procedimiento (tarjeta laminada al pie de máquina).
“Los datos no se usan.” Tablero visual semanal con 5 KPIs; lo que se ve, se gestiona.
La estandarización de procesos de impresión no es burocracia: es rentabilidad. Menos variación, menos scrap, menos paros. Empieza con cinco KPIs, una bitácora breve y una reunión semanal de 15 minutos.
En Böttcher compartimos esta guía porque creemos que la estandarización es la base de la calidad. Cuando este método se combina con insumos compatibles y de calidad (rodillos, mantillas, lavadores y soluciones de fuente Böttcher), el control se vuelve más sencillo y consistente.
Recursos útiles: solicita las fichas técnicas y buenas prácticas de nuestros productos para alinearlas con tu estándar.
¡Contáctanos para más información! 📞 55 5657 7293
📱 55 4487 5719






Comentarios