Por: Ismael Pérez Esquivel – Comercial – Böttcher Sistemas
En nuestro país nos hemos enfrentado con el tema de la aceptación y la cultura de la biodegradación y el reciclaje; a diferencia de otros países el nuestro, camina aún procesándolo, con la ayuda de las diferentes estrategias para su implementación, nos veremos beneficiados en las próximas décadas de acuerdo con los expertos en medio ambiente.
Lo biodegradable como se le conoce, es un material o un producto que llega a descomponerse con los propios elementos creados dentro de su fabricación y por las diferentes condiciones ambientales.
Hablemos de la competencia actual que viven las tintas solventes y las tintas biodegradables, la necesidad para unos es llevar a su empresa a la cultura de la sostenibilidad ecológica y para otros continuar con lo que les ha funcionado. Ambos escenarios son respetables.
Las tintas solventes incluyen derivados de petróleo, pigmentos y resinas para la creación de los colores, su contenido son metales como el cobre, que pueden producir con el paso del tiempo problemas en la salud y al medio ambiente.
Los periódicos en Estados Unidos por la década de los 70´s se vieron en la necesidad de tomar otra alternativa de tintas, debido a los altos costos del petróleo, fue ahí cuando las tintas de soya comenzaron a transformar la industria de las tintas por su bajo costo, junto con los beneficios en la evaporación volátil y ayudando al medio ambiente con la biodegradación de la tinta.
Los avances y los estudios con el paso de los años decidirán cuál será la tinta que mejor le convenga al medio ambiente y al ser humano, el desplazamiento de alguna de las tintas se verá gradualmente; hasta que de forma masiva adoptemos todos una cultura ambiental.
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